Consejos para dar una clase de canto.

¡Hola a tod@s! 

Hoy os vamos a dar unos consejos para cuando estéis dando clase.

Este post es para profes, pero también os va a ir muy bien a los alumnos para saber qué debéis esperar de un buen profesor. 

En primer lugar es importante escuchar cantar al alumno y hablar con él sobre su experiencia y conocimientos para crear un clima de confianza y que se sienta a gusto. La relación profesor-alumno debe ser fluida porque si se siente cohibido se notará en su voz.

Debemos ver cuál es su nivel técnico y adaptar las vocalizaciones y el repertorio al mismo. Nunca se deben poner los mismos ejercicios ni las mismas canciones para el mismo tipo de voz, en este mundo hay mucho repertorio y no suele ser necesario repetir.

Hay qué diagnosticar cuales son sus problemas y diseñar una serie de ejercicios que le ayuden a arreglarlos. No es lo mismo un tenor con problemas en la zona de paso, que una soprano con problemas en el agudo o una mezzo que carga mucho los graves.

Hay que tener cuidado con cantar un repertorio más grande de tu nivel o que ensanche tu voz porque tu vibrato terminará oscilante con el paso del tiempo y eso es muy difícil de arreglar.

Las vocalizaciones al piano deben ser precisas y no resbalar las notas para que el alumno entrene el oído y la respiración mientras las hace. Lo ideal sería invertir un tiempo en enseñárselas bien para que él mismo las pueda practicar cuando está solo. Se debe vocalizar casi todos los días, no sólo una vez a la semana si quieres progresar adecuadamente.

Si el alumno tiene un nivel muy avanzado y trabaja profesionalmente sería importante adecuar los ejercicios al repertorio que está interpretando para ayudarle a ejecutarlo posteriormente con soltura. No se vocaliza igual si vamos a cantar una ópera de Rossini que una obra de teatro musical o un concierto de rock.

Nuestro deber es hacer al alumno autosuficiente con el paso de los años e inculcar en él los conocimientos y la curiosidad necesaria para que siga aprendiendo por si mismo cuando ya no le estemos dando clase.

No hay unos tiempos standard en el aprendizaje. Si tienes prisa, mal.

La respiración es extremadamente importante y debe inculcarse y mecanizarse desde el principio. La mejor, la respiración intercostal-abdominal, en la que se expandan las costillas flotantes sin que el aire suba a la clavícula dejando el abdomen relajado para notar como el aire inunda la zona media e inferior del tórax, nunca la superior.

Algo muy importante a la hora de trabajar el repertorio es conocer el estilo. En lírico, no se canta igual Mozart que Puccini. Enseñar lo que es un rubato, un accelerando, un pizzicato, un portamento, qué compositores permiten según qué licencias, cómo afrontar un aria da capo o cómo adornarla. Entender los matices musicales y las dinámicas de las partituras. Hay compositores como Massenet en los que lo único que debes hacer es leer porque te da todas las dinámicas por escrito y no necesitas ponerte creativo.

Y algo muy importante para terminar, siempre hay que ir de menos a más, tanto en las vocalizaciones como en el repertorio, es mejor pecar de precavido que de osado con la voz porque nuestras cuerdas vocales no tienen repuesto como las de una guitarra. Comienza ejercitando el centro y ve calentando tus cuerdas poco a poco. Como cualquier proceso muscular en cualquier deporte.

¡Aprende a disfrutar de tu voz! ;)